miércoles, 23 de noviembre de 2011



“EL PODER DE LAS PALABRAS “


Por Santiago Andrés Holvoet, de 2do año, Profesorado de Lengua
Para Teoría Literaria II


RESUMEN: Mediante este trabajo intentaré aplicar a la obra “Dos palabras” de Isabel Allende, los conceptos del “Lector Modelo” según Umberto Eco.


PALABRAS CLAVES: Lector modelo, texto abierto, inferencias textuales, enciclopedia personal.



“Dos palabras” de Isabel Allende  es un relato que intenta transportarnos en una atmósfera donde lo esencial son las palabras, en cuanto a su valor y significado.
Belisa Crepusculario es vendedora de palabras; esas palabras justas que todos los hombres necesitan para satisfacer sus repertorios. Por ello, se plantea en todo el cuento lo lúdico con respecto a las palabras secretas, que ella regala cada cincuenta centavos que le paguen por otras palabras.
El cuento narra la historia, o una pequeña parte de la historia de Belisa Crepusculario, nacida pobre y sin nombre, por lo que resuelve, a la edad de 12 años, irse de su casa y evadir  la muerte que allí la rodeaba.
Luego de su huida de las zonas más inhóspitas, se encuentra con un pedacito de papel de diario, que despierta su curiosidad y desencadena lo que va a ser su gran amor: las palabras.
Vendiendo palabras recorrió muchos lugares y se hizo muy conocida…
Cierto día unas personas la localizaron y la dirigieron  hacia el Coronel, que pretendía que Belisa le vendiera palabras para emitir su discurso político y cautivar con  estas a todos los ciudadanos. Ella le entregó el discurso por un peso, y eso le dio  derecho al  Coronel de obtener dos palabras de obsequio. Esas palabras serían sólo suyas y servirían para ahuyentar la melancolía.
Estas dos palabras que Belisa le entregó al Coronel serán la incógnita del relato. Debido a que este último comenzó poco a poco a cambiar su comportamiento gracias a ellas. A medida que pasaba el tiempo sus súbditos lo vieron deteriorarse y fueron  a buscar a Belisa, ya que pensaban que ella había hechizado al coronel, sacándole toda su hombría.
Cuando los enfrentan a los dos, se miraron, se midieron y los fieros y rudos ojos del Coronel se pusieron mansos cuando ella le tomó la mano delante de toda la tropa.

He aquí el momento de  traer a mención a Umberto Eco, quien sostiene que un texto representa una cadena de artificios expresivos que el destinatario debe actualizar.
Volcando esta simple línea sobre la actualización, en la obra “Dos palabras”, llego a la conclusión del elemento del cual se sirve esta obra: las palabras, no por nada se disponen del modo en que se disponen y no por nada esperan que un lector modelo acuda en su interpretación y actualización.
Eco analiza que un texto permanece  incompleto, por lo tanto reclama su actualización, de cierto modo en el Lector, es decir que el Destinatario debe buscar huellas en él que le permitan  poder re-significar la obra presentada por Isabel Allende.
Tanto este texto, como cualquier otro, posee elementos “no dichos”, es decir que no están expresados en palabras, pero deben actualizarse en la etapa de la actualización del contenido. En este caso, la base sobre la cual se mueve el texto, esas dos palabras que le regala Belisa al Coronel, están “no dichas”. Además el nombre del texto es “Dos Palabras”, y si bien les da un protagonismo muy importante, nunca las descubriremos por completo. Si puedo llegar a descifrar, según mi postura de Lector Modelo, cuáles pueden ser. La acción de descubrir lo “no dicho” se trata ni nada más ni nada menos que completar los intersticios, esos espacios vacios que debemos llenar para dotar de un nuevo sentido a la obra.
La obra comienza y con la primera oración podemos observar varias cuestiones: “Tenía el nombre de Belisa Crepusculario”. Esta oración me dice que: por un lado, la obra está narrada en tercera persona, en pasado, y que esa tal Belisa ya está muerta, porque “tenía” el nombre, significa que no lo tiene más. Por ende supongo que pasó un tiempo desde la acción de la abra hasta la narración y que su personaje principal no existe más.
¿ Por qué Allende decide jugar con las palabras?, ¿ por qué Belisa Crepusculario vende palabras?...  puedo seguir llenando los espacios vacios , por ejemplo argumentando que esas palabras que vendía eran fruto de su magia  de facilitadora del arte de la PALABRA bien puesta, en contexto, pero sin embargo siguen siendo suposiciones desde mi óptica de Lector Modelo.
Otro intersticio que encuentro vacío es cuando en la obra se hace referencia” a regiones más altas y frías hasta las costas calientes”. Mi enciclopedia me dice que la autora del cuento es chilena, y por lo tanto puede estar refiriéndose a Chile. Las zonas más altas y frías refiriéndose al área cordillerana, y a las costas calientes del océano pacífico.
Eso en cuanto al espacio geográfico y  en cuanto al tiempo  puedo llegar  a inferir que la historia trascurre en un pasado medianamente lejano, ya que el valor del dinero era escaso  y no se habla de ningún elemento tecnológico moderno, sino que andaban a caballo.
En este punto quiero remarcar la importancia de la enciclopedia personal. Siendo honesto conmigo mismo, y humilde a la vez, veo que si tuviera una enciclopedia mayor podría dotar de significado una cuestión muy importante en esta obra, que si bien tengo reparo sobre qué puede ser, se me hace imposible significar. Se trata sobre el contexto, y tiempo de la obra.
Hasta cierto punto puedo inferir que la acción se desarrolla en el país vecino de Chile, pero tal vez, el lector modelo de Isabel Allende debe saber la historia de ese país.
 Se nombra en un momento que en esos tiempos sucedía una guerra civil. Posiblemente, un ciudadano chileno identifique el contexto del relato, así como nosotros contextualizaríamos mejor una obra que se desarrolla durante la Revolución de Mayo en Argentina o las invasiones inglesas, debido a que nuestra enciclopedia podría hacer estas inferencias rápidamente al tratarse de nuestra historia.
Un  ciudadano chileno (que conozca sobre su historia nacional u otra persona idónea sobre el tema), que renglón a renglón se va ubicando en tiempo y espacio podría ver de distinta manera la figura del Coronel y del Mulato. Les podría dar una presencia real en la historia del país, podría ver semejanzas y diferencias con el pasado que a mí se me hacen imposibles de observar debido a que mi enciclopedia no abarca la historia de Chile, o simplemente pensar que esta obra de arte es puramente ficcional, ya que cualquier cosa puede pasar cuando hablamos de la teoría de la Recepción.
Con respecto a la enciclopedia de cada uno, yo hago la inferencia de que la historia transcurre en Chile, que si se trata de ese país puede suceder en el año 1830 o 1891 (recurriendo a la enciclopedia de internet y agregándola a la mía), pero no logro hacer ninguna inferencia más en ese sentido. Mi enciclopedia no supera esas barreras y hasta ahí llega mi significación de esa parte “no dicha”. Además supongo que hay aspectos que están tan lejos de mi enciclopedia que paso por alto y no logro ni siquiera ver.
Me parece importante la cuestión sobre la historia chilena debido a que me pareció interesante que Coronel y Mulato estén escritos con mayúscula, como si fueran nombres propios, y que sus nombres ni apellidos están “no dichos”. Eso me conduce a hacer la inferencia de que puede haber una conexión  con la realidad dotando a la historia de una crítica social a un pasado existente. A una parte aún viva de la historia chilena.
Según la postura de Eco, un texto representa una cadena de artificios expresivos que el destinatario debe actualizar, por lo tanto, a medida que voy leyendo voy actualizando este texto incompleto. Yo soy el operador a cargo de dar significado al texto y para eso tuve que recurrir a mi diccionario y enciclopedia personal así lograr hacer funcionar a esta narración.
Todo autor escribe para un lector modelo: no considero que sea el caso mío con esta obra, si bien la disfrute y la entiendo de una manera, como una historia de amor y redención que está maravillosamente escrita, no me veo como el lector modelo que pensó Allende, debido a que no me considero capaz de cooperar en la actualización textual de una manera óptima, esa que fue prevista por la autora para que yo comprenda todas las cuestiones que el texto posee en su profundidad.
Hay otra característica que nos da Eco sobre la obra, donde podemos estar ante un texto abierto u otro cerrado. Para este caso creo estar ante una obra de carácter abierta, ya que puede tener diversas interpretaciones.
En un primer momento me creí ante una obra que trataba sobre el amor, sobre la redención de una persona que sólo conocía la guerra. También se podría tratar de la historia de un país, narrada con una mirada romántica, o de cualquier otra cuestión presente en el texto que otra persona con otra enciclopedia y una diferente vista sobre lo “no dicho” pueda llegar a observar.
Pero luego de esto, de todas interpretaciones que le di a la obra me di cuenta del verdadero significado, o por lo menos el que considero yo según mi enciclopedia, que es la importancia de las palabras, considero que ese es el fin que tiene el escrito de Allende. Qué importante que son las palabras para el hombre, son la base de todo, a partir de ellas somos lo que somos. Que sólo dos palabras que parecen insignificantes cambien a una persona, que palabras seleccionadas a la perfección cambien la imagen de un Coronel cuya presencia atemorizaba, hasta el punto de vitorearlo. El poder de las palabras que cautivan al público. En definitiva, observo que lo que me quiere decir la obra a mí es que las palabras tienen un poder ilimitado, capaz de generar y destruir, de crear odio o amor, disipar la melancolía o inspirar miedo.
Tal vez al ver estas cosas en la obra me convierta en el lector modelo que pensó Allende, tal vez esta visión que tengo de la obra sea superficial, pero es la mía y a la cual pude acceder con mi diccionario y enciclopedia personal.
Lo que quiero decir con esto es que Allende probablemente pensó en un lector modelo al momento de escribir este texto, pero que sin embargo está abierto a distintas interpretaciones según quien sea el operario de turno.
Para concluir el trabajo, me gustaría agregar que si bien esta escrito de una manera muy bella, interpreto al relato como un texto abierto, debido a que aún no he evacuado mi duda: ¿cuáles fueron esas dos palabras?

  

BIBLIOGRAFÍA:

Allende, Isabel, “Dos palabras”, en librosdigitales.com


Eco, Umberto, “Lector in fabula”, Barcelona, Editorial Lumen, 1999.


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