“EL PODER DE LAS PALABRAS “
Por Santiago Andrés Holvoet, de 2do año, Profesorado de Lengua
Para Teoría Literaria II
RESUMEN: Mediante este trabajo intentaré aplicar a la obra “Dos palabras” de
Isabel Allende, los conceptos del “Lector Modelo” según Umberto Eco.
PALABRAS CLAVES: Lector modelo, texto abierto, inferencias textuales,
enciclopedia personal.
“Dos palabras” de Isabel Allende es un relato que intenta transportarnos en
una atmósfera donde lo esencial son las palabras, en cuanto a su valor y
significado.
Belisa Crepusculario es vendedora de palabras; esas
palabras justas que todos los hombres necesitan para satisfacer sus
repertorios. Por ello, se plantea en todo el cuento lo lúdico con respecto a
las palabras secretas, que ella regala cada cincuenta centavos que le paguen
por otras palabras.
El cuento narra la historia, o una
pequeña parte de la historia de Belisa Crepusculario, nacida pobre y sin nombre,
por lo que resuelve, a la edad de 12 años, irse de su casa y evadir la muerte que allí la rodeaba.
Luego de su huida de las zonas más
inhóspitas, se encuentra con un pedacito de papel de diario, que despierta su
curiosidad y desencadena lo que va a ser su gran amor: las palabras.
Vendiendo palabras recorrió muchos
lugares y se hizo muy conocida…
Cierto día unas personas la
localizaron y la dirigieron hacia el
Coronel, que pretendía que Belisa le vendiera palabras para emitir su discurso
político y cautivar con estas a todos
los ciudadanos. Ella le entregó el discurso por un peso, y eso le dio derecho al
Coronel de obtener dos palabras de obsequio. Esas palabras serían sólo
suyas y servirían para ahuyentar la melancolía.
Estas dos palabras que Belisa le
entregó al Coronel serán la incógnita del relato. Debido a que este último
comenzó poco a poco a cambiar su comportamiento gracias a ellas. A medida que
pasaba el tiempo sus súbditos lo vieron deteriorarse y fueron a buscar a Belisa, ya que pensaban que ella
había hechizado al coronel, sacándole toda su hombría.
Cuando los enfrentan a los dos, se
miraron, se midieron y los fieros y rudos ojos del Coronel se pusieron mansos
cuando ella le tomó la mano delante de toda la tropa.
He aquí el momento de traer a mención a Umberto Eco, quien sostiene
que un texto representa una cadena de artificios expresivos que el destinatario
debe actualizar.
Volcando esta simple línea sobre la
actualización, en la obra “Dos palabras”,
llego a la conclusión del elemento del cual se sirve esta obra: las palabras,
no por nada se disponen del modo en que se disponen y no por nada esperan que
un lector modelo acuda en su interpretación y actualización.
Eco analiza que un texto
permanece incompleto, por lo tanto reclama
su actualización, de cierto modo en el Lector, es decir que el Destinatario
debe buscar huellas en él que le permitan
poder re-significar la obra presentada por Isabel Allende.
Tanto este texto, como cualquier
otro, posee elementos “no dichos”, es decir que no están expresados en
palabras, pero deben actualizarse en la etapa de la actualización del
contenido. En este caso, la base sobre la cual se mueve el texto, esas dos
palabras que le regala Belisa al Coronel, están “no dichas”. Además el nombre del
texto es “Dos Palabras”, y si bien les da un protagonismo muy importante, nunca
las descubriremos por completo. Si puedo llegar a descifrar, según mi postura
de Lector Modelo, cuáles pueden ser. La acción de descubrir lo “no dicho” se
trata ni nada más ni nada menos que completar los intersticios, esos espacios
vacios que debemos llenar para dotar de un nuevo sentido a la obra.
La obra comienza y con la primera
oración podemos observar varias cuestiones: “Tenía el nombre de Belisa
Crepusculario”. Esta oración me dice que: por un lado, la obra está narrada en
tercera persona, en pasado, y que esa tal Belisa ya está muerta, porque “tenía”
el nombre, significa que no lo tiene más. Por ende supongo que pasó un tiempo
desde la acción de la abra hasta la narración y que su personaje principal no
existe más.
¿ Por qué Allende decide jugar con
las palabras?, ¿ por qué Belisa Crepusculario vende palabras?... puedo seguir llenando los espacios vacios ,
por ejemplo argumentando que esas palabras que vendía eran fruto de su
magia de facilitadora del arte de la
PALABRA bien puesta, en contexto, pero sin embargo siguen siendo suposiciones
desde mi óptica de Lector Modelo.
Otro intersticio que encuentro vacío
es cuando en la obra se hace referencia” a regiones más altas y frías hasta las
costas calientes”. Mi enciclopedia me dice que la autora del cuento es chilena,
y por lo tanto puede estar refiriéndose a Chile. Las zonas más altas y frías
refiriéndose al área cordillerana, y a las costas calientes del océano
pacífico.
Eso en cuanto al espacio geográfico y
en cuanto al tiempo puedo llegar
a inferir que la historia trascurre en un pasado medianamente lejano, ya
que el valor del dinero era escaso y no
se habla de ningún elemento tecnológico moderno, sino que andaban a caballo.
En este punto quiero remarcar la
importancia de la enciclopedia personal. Siendo honesto conmigo mismo, y
humilde a la vez, veo que si tuviera una enciclopedia mayor podría dotar de
significado una cuestión muy importante en esta obra, que si bien tengo reparo
sobre qué puede ser, se me hace imposible significar. Se trata sobre el
contexto, y tiempo de la obra.
Hasta cierto punto puedo inferir que
la acción se desarrolla en el país vecino de Chile, pero tal vez, el lector
modelo de Isabel Allende debe saber la historia de ese país.
Se nombra en un momento que en esos tiempos sucedía
una guerra civil. Posiblemente, un ciudadano chileno identifique el contexto
del relato, así como nosotros contextualizaríamos mejor una obra que se
desarrolla durante la Revolución de Mayo en Argentina o las invasiones
inglesas, debido a que nuestra enciclopedia podría hacer estas inferencias
rápidamente al tratarse de nuestra historia.
Un ciudadano chileno (que conozca sobre su
historia nacional u otra persona idónea sobre el tema), que renglón a renglón
se va ubicando en tiempo y espacio podría ver de distinta manera la figura del
Coronel y del Mulato. Les podría dar una presencia real en la historia del
país, podría ver semejanzas y diferencias con el pasado que a mí se me hacen
imposibles de observar debido a que mi enciclopedia no abarca la historia de
Chile, o simplemente pensar que esta obra de arte es puramente ficcional, ya
que cualquier cosa puede pasar cuando hablamos de la teoría de la Recepción.
Con respecto a la enciclopedia de
cada uno, yo hago la inferencia de que la historia transcurre en Chile, que si
se trata de ese país puede suceder en el año 1830 o 1891 (recurriendo a la
enciclopedia de internet y agregándola a la mía), pero no logro hacer ninguna
inferencia más en ese sentido. Mi enciclopedia no supera esas barreras y hasta
ahí llega mi significación de esa parte “no dicha”. Además supongo que hay
aspectos que están tan lejos de mi enciclopedia que paso por alto y no logro ni
siquiera ver.
Me parece importante la cuestión
sobre la historia chilena debido a que me pareció interesante que Coronel y
Mulato estén escritos con mayúscula, como si fueran nombres propios, y que sus
nombres ni apellidos están “no dichos”. Eso me conduce a hacer la inferencia de
que puede haber una conexión con la
realidad dotando a la historia de una crítica social a un pasado existente. A
una parte aún viva de la historia chilena.
Según la postura de Eco, un texto
representa una cadena de artificios expresivos que el destinatario debe
actualizar, por lo tanto, a medida que voy leyendo voy actualizando este texto
incompleto. Yo soy el operador a cargo de dar significado al texto y para eso
tuve que recurrir a mi diccionario y enciclopedia personal así lograr hacer
funcionar a esta narración.
Todo autor escribe para un lector
modelo: no considero que sea el caso mío con esta obra, si bien la disfrute y
la entiendo de una manera, como una historia de amor y redención que está
maravillosamente escrita, no me veo como el lector modelo que pensó Allende,
debido a que no me considero capaz de cooperar en la actualización textual de
una manera óptima, esa que fue prevista por la autora para que yo comprenda
todas las cuestiones que el texto posee en su profundidad.
Hay otra característica que nos da
Eco sobre la obra, donde podemos estar ante un texto abierto u otro cerrado.
Para este caso creo estar ante una obra de carácter abierta, ya que puede tener
diversas interpretaciones.
En un primer momento me creí ante una
obra que trataba sobre el amor, sobre la redención de una persona que sólo
conocía la guerra. También se podría tratar de la historia de un país, narrada
con una mirada romántica, o de cualquier otra cuestión presente en el texto que
otra persona con otra enciclopedia y una diferente vista sobre lo “no dicho”
pueda llegar a observar.
Pero luego de esto, de todas
interpretaciones que le di a la obra me di cuenta del verdadero significado, o
por lo menos el que considero yo según mi enciclopedia, que es la importancia
de las palabras, considero que ese es el fin que tiene el escrito de Allende.
Qué importante que son las palabras para el hombre, son la base de todo, a
partir de ellas somos lo que somos. Que sólo dos palabras que parecen
insignificantes cambien a una persona, que palabras seleccionadas a la
perfección cambien la imagen de un Coronel cuya presencia atemorizaba, hasta el
punto de vitorearlo. El poder de las palabras que cautivan al público. En
definitiva, observo que lo que me quiere decir la obra a mí es que las palabras
tienen un poder ilimitado, capaz de generar y destruir, de crear odio o amor,
disipar la melancolía o inspirar miedo.
Tal vez al ver estas cosas en la obra
me convierta en el lector modelo que pensó Allende, tal vez esta visión que
tengo de la obra sea superficial, pero es la mía y a la cual pude acceder con
mi diccionario y enciclopedia personal.
Lo que quiero decir con esto es que
Allende probablemente pensó en un lector modelo al momento de escribir este texto,
pero que sin embargo está abierto a distintas interpretaciones según quien sea
el operario de turno.
Para concluir el trabajo, me gustaría
agregar que si bien esta escrito de una manera muy bella, interpreto al relato
como un texto abierto, debido a que aún no he evacuado mi duda: ¿cuáles fueron esas dos palabras?
BIBLIOGRAFÍA:
Allende, Isabel, “Dos palabras”, en librosdigitales.com
Eco,
Umberto, “Lector in fabula”, Barcelona,
Editorial Lumen, 1999.
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